Ruta a la universidad
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Son un cuarto para las ocho de la mañana. Entre espera y sueño espero la micro pasar. Cuesta pensar a veces que esto traería luces de solución. Lo que comenzó como un colapso ahora se ha convertido en lo peor, y para qué hablar de reparaciones y salidas, si a esa hora de la mañana lo único que anhelo es abordar un maldito bus que me traslade hasta a la universidad.
Desde que el Transantiago comenzó a circular por las calles de la ciudad, ya nada es como antes. No pretendo recalcar lo bueno o malo del sistema, sino la calamidad que desembocó sus causas. La paciencia superó los límites, con ello la tolerancia, el aguante, la resignación y un sin fin de sinónimos, terminó por acabar lo que había de un poquito de ello en los santiaguinos.
Pese a que el viaje con destino a la universidad no conlleva constantes peripecias y anécdotas. Lamento por los que sí, son protagonistas a diario de ellas. De regreso, observo las caras largas de quienes quieren acaban abatidos, luego de un largo día de “pega”. Es raro, pareciera que el transporte fuese la variante en común que tenemos los usuarios tras una pesada jornada, es una especie de reencuentro con y entre nosotros mismos.
Aquél mapa señala el recorrido que realizo a diario, a pesar que corresponde a una ruta que no demora más de 30 minutos, en horas punta el escenario es distinto, donde las aglomeraciones y atochamientos son el papel protagónico.
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Las largas esperas para Andrea son sinónimo de cansancio y stress, sobre todo cuando ya es de noche y no pasa el bus.
Las aglomeraciones y atochamientos han disminúido en comparación a los primeros mese de funcionamiento del Transantiago,sin embargo, en algunos sectores, se aprecia este tipo de hecho.
En oportunidades Andrea no puede subir al bus, porque éste viene muy lleno, por ende, sólo le queda esperar hasta que aborde uno de ellos.
En el mes de abril el Plan Transantiago cuenta con un nuevo financiemiento, cuyo dinero fue confirmado por el gobierno para cubrir todos los gastos necesarios que impliquen el avance de un buen transporte para los capitalinos.
160 millones de dólares: nueva cifra para el financiamiento del Transantiago
Los 160 millones de dólares entregados en diciembre pasado por el Banco Estado, no fue un saldo suficiente para cubrir todos los gastos que implica el sistema de locomoción capitalino, es por ello que el gobierno optó por esta nueva alternativa para llevarla a cabo, una vez presentada ante la comisión mixta del Presupuesto del Senado.
El déficit es de un 87.400 millones de dólares en total, cifra que informó el secretario de Estado René Cortazar, que ha repercutido en los primeros meses del año para el Transantiago.
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Viajamos junto a la estudiante Andrea Espinoza, desde su colegio a su casa y compartimos el largo viaje que demora más de una hora. En horaio punta el trayecto se hace más tedioso y cansador para la joven, sin embargo, ella comenta que es algo de costumbre.
Pagar $380 le ha salido mucho más elevado que cualquier estudiante que paga la tarifa escolar. Andrea comentó que el dinero a veces no es suficiente en forma mensual...entre risas mencionó que un par de veces quedó sin plata en el bolsillo.
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